El futuro de Nueva Jersey depende del empoderamiento de sus empresas
Por Richard A. Butkus
Nueva Jersey es uno de los dos únicos estados que lleva a cabo elecciones en años no electorales, lo que brinda a los votantes una oportunidad única de enviar un mensaje que resuena mucho más allá de nuestras fronteras. Este año, ese mensaje debe ser claro: es hora de priorizar a las empresas y a quienes las impulsan.
Los desafíos para los dueños de negocios han aumentado en los últimos años. Desde la inflación y el aumento de las tasas de interés hasta los efectos persistentes del COVID-19, los costos operativos parecen aumentar en todas direcciones. Lo que falta es un enfoque consistente en políticas que permitan a los empleadores crecer, crear empleos y fortalecer sus comunidades.
Considere el costo de hacer negocios. La carga fiscal de Nueva Jersey es una de las más altas del país. La mayoría de las pequeñas empresas son empresas de transferencia, gravadas con tasas sobre la renta individual de hasta el 10,75%. Además, Nueva Jersey aplica la tasa impositiva corporativa más alta de Estados Unidos. Los impuestos sobre la propiedad también son los más altos del país.
No son solo números en una página. Para las empresas con bajos márgenes, cada dólar extra de impuestos es un dólar menos para invertir en salarios, equipos o precios competitivos.
La energía añade un nuevo nivel de costos. Las restricciones de Trenton al gas natural y la excesiva dependencia de las costosas energías renovables han elevado los precios de la electricidad de Nueva Jersey al duodécimo lugar entre los más altos del país, con un aumento del 22% en las facturas promedio de servicios públicos solo este verano. Las empresas no pueden simplemente “atenuar las luces” o “apagar el aire acondicionado” sin sacrificar la seguridad ni la productividad. Estos impuestos silenciosos merman directamente los ya estrechos márgenes de beneficio y, en última instancia, aumentan los precios para todos.
Pero quizás el desafío más apremiante que enfrentan las empresas, y también las familias, es el desorbitado costo de la atención médica. Los empleadores desean brindar una cobertura de alta calidad porque es lo correcto y esencial para atraer talento. Sin embargo, año tras año, las primas aumentan a niveles insostenibles, mermando los salarios, la reinversión y la competitividad. Para las pequeñas empresas, la atención médica ya no es un beneficio, sino un punto de quiebre.
El impacto acumulativo de estas presiones es innegable. Entre 2020 y 2024, Nueva Jersey perdió casi 200.000 residentes netos debido a la emigración, lo que representa miles de millones de dólares en pérdida de ingresos y poder adquisitivo. Cuando la gente se va, también se van las oportunidades. Y quienes se quedan soportan una mayor parte de la carga.
Pero aquí está la buena noticia: esta trayectoria puede revertirse. Con el liderazgo adecuado, Nueva Jersey puede convertirse en un lugar donde las empresas quieran crecer y las familias quieran quedarse. Esto requiere legisladores dispuestos a mirar más allá de las soluciones a corto plazo y adoptar la competitividad a largo plazo, incluyendo:
- Impuestos más bajos y justos que permitan a las empresas reinvertir en las personas y la innovación.
- Energía asequible y confiable que no penalice a las empresas por simplemente mantener la luz.
- Soluciones de atención médica que reduzcan la curva de costos y protejan la calidad de la atención.
- Regulaciones más inteligentes que logren sus objetivos sin sofocar el crecimiento.
Como líder de una empresa que ha crecido de una sola oficina a una multinacional, he visto de primera mano qué funciona y qué no. Las empresas prosperan cuando se les trata como socios, no como meros ahorros. Los empleados prosperan cuando las empresas pueden invertir en formación, beneficios y trayectorias profesionales a largo plazo. Las comunidades prosperan cuando las empresas locales son lo suficientemente fuertes como para retribuir.
En estas elecciones, los votantes de Nueva Jersey tienen la oportunidad de elegir líderes que entiendan que la prosperidad comienza con el empoderamiento de empresas de todos los tamaños. Si queremos conservar los empleos, el talento y las oportunidades aquí en el país, debemos elegir líderes que hagan de este estado un lugar donde las empresas, y sus empleados, puedan prosperar.
Richard A. Butkus es presidente y socio gerente de Control Point Associates, Inc., socio de la Job Creators Network Foundation y residente de Warren, Nueva Jersey.